Iñaki
Seguí a nuestro hombre hasta Génova, se alojo en una modesta residencial no lejos del puerto, esto ya hace una semana, el tipo se nota inquieto, creo que sospecha algo o esta totalmente trastornado, no sale a la calle sino hasta media tarde, camina por las veredas Ester para ocultarse en la sombras, juega a los dados, ajedrez y bebe café frió, se a puesto boina, gafas escuras y no para de mirar hacia atrás mientras camina, ya por la noche cambia el café por el vino fuerte, normalmente el Oriveto de Umbría que en el tiempo de los Etruscos se conservaba en cavas de roca, luego se vuelca en sus noches lascivas.
Hoy se a levantado temprano y a caminado por la acera oeste hasta la iglesia de San Mateo, allí, entre los cantos de escala natural dorico gregoriano, se entrevistó con al señor Carmino con la novedad surgida treinta minutos mas tarde con la unión de un tercer hombre desconocido, los tres platicaron escuetamente tema que no pude vislumbrar, luego nuestro hombre salio por la puerta lateral con el tercer sujeto tomaron la calle Darío Vinccenso hasta el hotel Il Piaccere, al señor Antúan en esta ocasión se mostró indiferente por que vereda se transitaba caminando indistintamente por la Este u Oeste. Entraron en el hotel y hasta ahora no ha salido ni uno ni otro ni ambos juntos.
Renato Laoya
Soloviviendo
Seguí a nuestro hombre hasta Génova, se alojo en una modesta residencial no lejos del puerto, esto ya hace una semana, el tipo se nota inquieto, creo que sospecha algo o esta totalmente trastornado, no sale a la calle sino hasta media tarde, camina por las veredas Ester para ocultarse en la sombras, juega a los dados, ajedrez y bebe café frió, se a puesto boina, gafas escuras y no para de mirar hacia atrás mientras camina, ya por la noche cambia el café por el vino fuerte, normalmente el Oriveto de Umbría que en el tiempo de los Etruscos se conservaba en cavas de roca, luego se vuelca en sus noches lascivas.
Hoy se a levantado temprano y a caminado por la acera oeste hasta la iglesia de San Mateo, allí, entre los cantos de escala natural dorico gregoriano, se entrevistó con al señor Carmino con la novedad surgida treinta minutos mas tarde con la unión de un tercer hombre desconocido, los tres platicaron escuetamente tema que no pude vislumbrar, luego nuestro hombre salio por la puerta lateral con el tercer sujeto tomaron la calle Darío Vinccenso hasta el hotel Il Piaccere, al señor Antúan en esta ocasión se mostró indiferente por que vereda se transitaba caminando indistintamente por la Este u Oeste. Entraron en el hotel y hasta ahora no ha salido ni uno ni otro ni ambos juntos.
Renato Laoya
Soloviviendo
