Estimado Diderot.
Hoy, por la mañana, me presente al Sr. Carmino, Hombre enjuto, pelo negro, mirada de halcón, en la iglesia de San Mateo, acordamos una entrevista para hoy en la noche, con la misa nocturna, para tratar mas a profundidad el tema. Estuvo allí Sr. Arquímedes, astuto, vigoroso, buen jugador de ajedrez, estará hoy por la noche en la entrevista.
El señor Arquímedes salio por la puerta lateral, yo lo seguí, antes me despedí de Sr. Carmino, el camina a paso tranquilo pero constante, su tacón izquierdo suena notoriamente mas al pisar, anduve tras el en silencio, luego de un rato hablamos, luego callamos para volver a hablar mas adelante, así llegamos a su hotel, allí jugamos largas horas ajedrez en la terraza que da al jardín de Génova, planificamos la entrevista de la noche, bebimos abundante te fresco, también orinamos mucho.
El sr. Carmino enviara lo acordado este Martes trece, la entrevista fue exitosa, el Sr. Arquímedes fue una pieza fundamental, el espera tener pronto una visita vuestra.
Siempre suyo Antoine Pérez
Soloviviendo
Hoy, por la mañana, me presente al Sr. Carmino, Hombre enjuto, pelo negro, mirada de halcón, en la iglesia de San Mateo, acordamos una entrevista para hoy en la noche, con la misa nocturna, para tratar mas a profundidad el tema. Estuvo allí Sr. Arquímedes, astuto, vigoroso, buen jugador de ajedrez, estará hoy por la noche en la entrevista.
El señor Arquímedes salio por la puerta lateral, yo lo seguí, antes me despedí de Sr. Carmino, el camina a paso tranquilo pero constante, su tacón izquierdo suena notoriamente mas al pisar, anduve tras el en silencio, luego de un rato hablamos, luego callamos para volver a hablar mas adelante, así llegamos a su hotel, allí jugamos largas horas ajedrez en la terraza que da al jardín de Génova, planificamos la entrevista de la noche, bebimos abundante te fresco, también orinamos mucho.
El sr. Carmino enviara lo acordado este Martes trece, la entrevista fue exitosa, el Sr. Arquímedes fue una pieza fundamental, el espera tener pronto una visita vuestra.
Siempre suyo Antoine Pérez
Soloviviendo
