5.2.07

Hermano Antoine,

Me he tomado la libertad de escribirle, pues ha llegado a nuestras manos la carta que Ud. le enviase a nuestro recordado hermano Marcial, quien luego de su repentino deceso dejó un inmenso vacío en nuestra comunidad. Lamento que sea de esta forma que se entere, pero el curso de las cosas nos obliga a la discreción absoluta.

Vemos con aflicción y cargados de interrogantes las noticias que describe en su nota, que crea Ud. no hemos leído con la morbosidad de enterarnos del correo privado del fallecido, pero los extraños sucesos que rodean su muerte nos han impulsado a investigar discretamente cuanta información llegue a nuestras manos y crea Ud. que su carta no deja perplejos, ¿Qué “operación” realizaba para el hermano Marcial en Europa?, ¿Qué relación tiene esta operación con los seminaristas que han llegado a las tierras del sur?. La bondad y entrega al señor del Hermano Marcial no nos hace dudar que sus fines sean los mismos que los de nuestro redentor, pero crea Ud. que sus líneas nos dejan en un mar de dudas.

Escriba por esta vía, el mensajero sabrá a quien entregar...
Un grupo de hermanos en la fe, en el necesario anonimato.